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jueves, 5 de junio de 2014

MITOS SOBRE EL TRASTORNO POR DÉFICIT DE ATENCIÓN E HIPERACTIVIDAD (TDAH)

El TDAH no existe, es un invento de la Psiquiatría norteamericana para vender medicación:
Numerosas investigaciones han manifestado la existencia de este trastorno. En la actualidad no existe ninguna prueba que demuestre la inexistencia del TDAH o invalide su diagnóstico.

El TDAH es una moda:
Es evidente que en la actualidad hay una mayor sensibilidad hacia los/as niños/as con TDAH. Pero cada vez se publican más estudios e investigaciones con el fin de mejorar la calidad de vida de estas personas y en consecuencia la de sus familias y profesores.

El TDAH es un problema leve que desaparece con la edad:
Sobre un 30-70% de los casos de TDAH persiste en la vida adulta, implicando dificultades personales, familiares y laborales. Si no se trata adecuadamente puede conllevar a la aparición de otros trastornos como ansiedad, depresión, abuso de sustancias, entre otros.
El TDAH es un trastorno en el desarrollo neurobiológico y por lo tanto no se cura, puede afectar negativamente al desarrollo de una persona a lo largo de su vida.





Un/a niño/a con TDAH tiene tumor o una lesión cerebral:
Las personas con TDAH no tienen ningún daño físico, únicamente lo que ocurre, es que una zona de su cerebro funciona de otra manera y produce irregularmente dopamina y noradrenalina.

Si un niño no es hiperactivo no puede tener TDAH:
Puede darse el caso de niños con falta de atención, inquietud, y sin embargo, no ser hiperactivos. Existen dos tipos de Trastorno por Déficit de Atención, a saber: Trastorno por Déficit de Atención con Hiperactividad y Trastorno por Déficit de Atención sin Hiperactividad.





El TDAH afecta sólo a los varones:
El TDAH afecta tanto a los niños como a las niñas, aunque se manifiesta más en los niños, siendo su proporción cuatro veces superior.

                               





El TDAH se asocia a la conducta de los padres con los niños como causa:
La causa del TDAH no tiene ninguna relación con la situación familiar, pero si estas son negativas sí pueden agravarlo.

Los psicoestimulantes (medicamentos) producen dependencia:
El uso correcto de los psicoestimulantes en las dosis indicadas no produce dependencia.




Los profesores diagnostican el TDAH a todos los/as alumnos/as que son inquietos/as y que normalmente están distraídos/as:
El diagnóstico no le puede dar un profesor, aunque es verdad que puede detectar posibles dificultades y rasgos del trastorno.





La persona con TDAH necesita clases especiales:
Es verdad que un/a niño/a con TDAH puede necesitar intervención pedagógica o psicopedagógica pero no recibe otras clases diferentes al resto de sus compañeros/as, recibe las mismas clases.




El tratamiento con psicoestimulantes debe interrumpirse en vacaciones y en el fin de semana:
Los psicoestimulantes ayudan positivamente al niño/a con TDAH, mejoran su atención, rendimiento y conducta. El TDAH se manifiesta en diferentes entornos, no únicamente en la escuela y por lo tanto, este tratamiento, no debe interrumpirse ni en vacaciones ni en fines de semana.

El tratamiento debe ser primero sin medicación y si no mejora, se puede usar medicación, porque los fármacos son peligrosos:
El tratamiento del TDAH debe incluir apoyo e información a los padres sobre acerca del trastorno, adaptación escolar y en algunas ocasiones, un tratamiento médico.

El niño/a con TDAH es menos inteligente:
El TDAH no tiene relación con la inteligencia. Hay niños/as con TDAH con inteligencia normal, alta y baja.



Referencias bibliográficas:
García, N. (2012). Mitos en el TDAH. Intervención con las familias. Recuperado de http://uvadoc.uva.es/bitstream/10324/2724/6/TFM-G%2015.pdf
Palomares, A. & Garrote, D. (2010). El éxito del esfuerzo. El trabajo colaborativo (estudio de casos). España: Ediciones de la Universidad de Castilla-La Mancha.


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