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sábado, 31 de mayo de 2014

Recomendaciones básicas para educar un niño con TDAH en casa



A continuación se proponen una serie de recomendaciones que los padres pueden emplear en casa:

1.    Supervisión constante:
    Puede marcar la diferencia en el desempeño, en especial cuando se acompaña de una motivación más frecuente.
      Recuerden que cualquier cambio requiere de tiempo, por eso es importante que no se den por vencidos, aun cuando estén fuera de casa su conducta debe ser la misma.

2.    Reconocimiento de las conductas positivas:
  • Reconozca y mencione las conductas positivas.
  • Evite decir “ya ves que todos es cuestión de que tú quieras”, él sabe que en muchas ocasiones aunque ha querido ser diferente no lo ha logrado.
3.    Consecuencias inmediatas:
  • Los premios o los castigos deben darse en el momento, recuerden que uno de sus problemas es el tiempo, si prometen algo a largo plazo pierde su efecto. (Y si prometen algo ¡deben cumplirlo!).
4.    Mamá y papá un solo equipo:

  •      El niño siente seguridad al saber que sus padres están de acuerdo en la forma de educar, ya que si mamá dice una cosa y papá otra se confunde más o aprende a manipular. Esto es importante aun cuando los padres estén separados.  

5.    Retroalimentación frecuente:

  •      El niño/a necesita saber cómo lo está haciendo, ya que esto le ayuda       a mantenerse motivado.  No olviden que el niño no puede motivarse solo.

6.    El niño necesita estructura:

  •     Lo que más necesita un niño/a con TDAH es estructura, por ello necesita contar con: orden, unos padres organizados, reglas muy claras, rutinas y aprender a predecir las respuestas de los padres de acuerdo a sus actos.

7.    No hablen, ¡actúen!

  •     Evitar dar explicaciones complicadas y largas al niño, así como hablar mucho, ¡no sirve!
                           Resulta mejor “dividir” las tareas complejas, en varias tareas simples.

8.    Hay ciertas cosas que al niño le cuestan más trabajo:

  •       Tener presente que hay algunas cosas que el niño no puede hacer, no es que no quiera, ¡no puede!
                          Por ejemplo: Quedarse sentado mucho tiempo o hacer rápido la tarea.

9.    Uso de recordatorios:

  •     Es recomendable el uso de materiales gráficos que estén a la vista como recordatorios para las tareas y actividades asignadas.
                        Pueden usarse tablas, diagramas, listados, alarmas. 
10.  Proporciónale recursos:

  •   Enséñale a gestionar el tiempo, algunas habilidades sociales, técnicas de estudio, o a controlar la ira.

11.  Las consecuencias deben ser instructivas, no sólo punitivas:

  •     Enseña a tu hijo habilidades y formas de compensar sus déficits, no te limites a castigarle por sus carencias.





Referencias bibliográficas:
Gómez, C., De la Peña, F. & Palacios, L. (2005). Estrategias para padres con hijos con Trastorno por Déficit de atención con Hiperactividad (TDAH).


Díaz, J. Programa Integral de Evaluación y Tratamiento del TDAH Y Trastornos relacionados.

viernes, 30 de mayo de 2014

¿CON QUÉ OTROS TRASTORNOS SE PUEDE CONFUNDIR EL TDAH?


En ocasiones el diagnostico Déficit de atención con o sin hiperactividad (TDAH) puede confundirse puesto que hay una gran variedad de problemas que pueden causar los síntomas del TDAH, así mismo, este puede cursar con estos problemas. A continuación se exponen algunos de las problemáticas que se pueden confundir:




         Problemas médicos: Algunas alteraciones médicas pueden causar conflicto en los niños en el aula de clases o en casa, es importante recordar que los niños con  TDAH no acaban las actividades porque pierden el foco de atención, se distraen.  Algunos problemas que se pueden confundir son problemas de audición, epilepsia, malnutrición, alteración de visión, síndrome de piernas inquietas, problemas de memoria o del sueño.  




          Problemas del aprendizaje: Lectura, escritura, calculo entre otros,  ya que las dificultades y errores académicos de estos niños concurren a veces con las dificultades que se aprecian en los sujetos con TDAH.





        Problemas de conducta: En ocasiones se puede presentar que los niños se oponen a la figura de autoridad, no aceptan las exigencias de otros, comportamientos agresivos. Los ambientes excesivamente permisivos también dan lugar a conductas desorganizadas, falta de hábitos y rechazo a las normas y responsabilidad en las tareas.





          Problemas emocionales: Fobias, ansiedad, depresión, secuelas de abuso o abandono. Niños ansiosos pierden la atención rápido por su estado afectivo.






Es importante recordar que los a ambientes no favorecedores en el aula o el hogar, poco estimulantes, ambientes desorganizados, con falta de límites y normas y/o caóticos, así como excesivamente rígidos y demandantes,  pueden ocasionar a los alumnos, estrés ansiedad, agitación, problemas de atención y organización.

jueves, 29 de mayo de 2014

Causas del TDAH



El origen directo  del TDAH  aun se desconoce; sin embargo, los científicos sugieren que este trastorno podría surgir como consecuencia de diversos factores biológicos (en muchas ocasiones, de origen genético) y psicosociales.

Aunque existen diferentes teorías que explican el origen del trastorno, se considera la causa biológica (orgánica) como principal responsable, entendiéndose esta como un desequilibrio químico en las áreas cerebrales involucradas en la atención y el movimiento:

Algunos factores con los que se relaciona son: 

  Factores ambientales/sociales: Ambiente desorganizado, falta de límites y normas o ambiente excesivamente rígido y/ o demandantes.


  Factores antes, durante y después del nacimiento: Traumatismos craneoencefálicos (golpes en la cabeza), hipoxia (falta de oxigeno al nacer), consumo tabaco, alcohol o drogas, reducción de flujo sanguíneo, infecciones del sistema nervioso central

  •     Factor hereditario: Se ha demostrado que la herencia genética es el principal factor predisponente para desarrollar este trastorno.

    EL  TDAH  NO es causado por alergias alimentarias, pobre educación, malos profesores, malos padres  o escuelas inefectivas.


A continuación un vídeo que puede ser de utilidad para comprender mejor este trastorno:

                                                          El TDAH y el cerebro


Referencias Bibliográficas:
Mena & colaboradores (2006) Guía practica para educadores. El alumno con TDAH.  España, Segunda edición.

sábado, 24 de mayo de 2014

¿Qué es el TDAH?


El Trastorno por Déficit de Atención con o sin Hiperactividad (TDAH) es el trastorno neurobiológico  cuyos síntomas provocan en el niño las siguientes conductas:
Estos síntomas no siempre están presentes conjuntamente; de hecho, existen distintos subtipos de TDAH, según los síntomas predominantes:

Hiperactividad
Presenta un nivel superior e inapropiado de actividad dada su edad. Se  le dificulta quedarse quieto y cambia frecuentemente de posición, brinca, trepa o mueve persistentemente las manos y los pies, también  puede hablar en exceso.

Impulsividad
Le cuesta controlar sus conductas, emociones y pensamientos. Esto no le permite lograr el autocontrol que permita respetar el espacio y actividades de los que lo rodean, actúan antes de pensar en lugar de pensar antes de actuar.

Inatención 

Tiene una gran dificultad para prestar atención y concentrarse. Por periodos suficientes que le permita a la persona terminar una actividad que requiera de un esfuerzo mental sostenido o lograr el aprendizaje. 

DE ACUERDO CON LOS SÍNTOMAS SE PUEDE CLASIFICAR EN TRES TIPOS:

Hiperactivo-impulsivo:
Debe presentar 6 o más de los siguientes síntomas:

Hiperactividad
*      Suele mover en exceso manos, pies o no se está quieto en el asiento.
*      No suele permanecer sentado
*      Suele correr o saltar en exceso en situaciones en las que no es apropiado hacerlo.
*      Tiene dificultades para realizar actividades o juegos tranquilos.
*      Suele estar en movimiento y actuar como si tuviese un motor en marcha continuamente.
*      Suele hablar en exceso.

Impulsividad
*      Suele dar respuestas precipitadas antes de que se hayan terminado de formular las preguntas.
*      Le cuesta esperar su turno y respetar las colas.
*      Suele correr o saltar en exceso en situaciones en las que no es apropiado hacerlo.
*      Suele interrumpir a los demás y entrometerse en las actividades de otros.

Inatento: Debe presentar 6 o más de los siguientes síntomas:


*     Le resulta complicado organizar tareas y actividades.
*      Pierde objetos frecuentemente (ejercicios, lápices, libros, juguetes…)
*      Se distrae con cualquier estímulo irrelevante.
*      Es descuidado en las actividades de la vida diaria.
*      No suele prestar atención a los detalles.
*   Intenta evitar realizar tareas que le suponen un esfuerzo mental sostenido (actividades escolares o tareas domésticas).


Combinado: Es el más común y coexisten  síntomas de inatención, hiperactividad e impulsividad

Es importante conocer el trastorno ya que esto ayuda a comprender a quien lo padece.
La presencia de problemas persistente en el rendimiento académico y/o comportamiento escolar es indicador de la situación en que se encuentra el niño.


Referencias bibliográficas:
DSM-IV Manual diagnostico y estadístico de los trastornos mentales (2001). España. Editorial Masson.